lunes, 28 de mayo de 2012

Repasando el hilo que me conduce a ti.

Caminando voy  nostálgico casi aturdido por los recuerdos y los cambios sociales, mi imaginación se puebla de ideas y esto polariza mis sentimientos.
 Escucho el sonido arrullador de las campanas de la Iglesia.

!En mi mente aparece tu figura!.

Al acércame al templo de tus primeras oraciones, pareciera que entonas una canción sacrosanta.

Miro al interior.

Escucho la voz del sacerdote que no es el reverendo  “Pashco”,
miedo ciento hacer una reverencia, como si ya, algún santo hubiese reprochado mi presencia.

Escucho esos canticos cristianos herméticos y que sin embargo reconozco como cantos de nuestro tiempo, pero en estos días ya, algún dios espanta a la juventud, a diferencia cuando te conocí.

Estoy meditando devanando los hilos que me conducen a ti...

La tarde cayendo esta,
todo el campo se queda mudo y sombrío.
Suena tenebroso el rio Tauli.
El viento me trae tu nombre.
Puedo sentir, la espina clavarse en el corazón.

Y repasando el hilo que me conduce a ti...

Piso ahora el campo donde nos amábamos. ¡Verde crujiente!.
Siento ser degollado por espíritus rencorosos que mandan un viento que me aprieta el pecho y me ahoga con fuerza.

Hoy estas yerbas silvestres se reúnen en este verde fondo lluvioso, parece ya, no reconocerme.
estoy escuchando ese grito del silencio que escarba en la yerba gastada por los pasos perdidos.

Y añado lentamente mi presencia dentro del pastizal de color alegre.
Me llega de repente, invadiendo el espacio el aroma de las flores de mayo,
Vuelvo la vista allí donde conversábamos, reíamos y olvidamos los problemas, olvidamos el colegio, olvidábamos el mundo y verificamos que podíamos vivir perfectamente sin ello.

Y, sin poder evitar, me vuelvo  a sumergir en mis meditaciones. Los pensamientos se me rebelan y, cual caballos desbocados, van precisamente a donde yo no quiero que se fueran. Surge en el fondo de mi imaginación tu rostro risueño, que me hace sentir las más puras emociones del amor.

Entonces vuelvo a recoger el hilo que me conduce a ti...

Mientras en las vacías chacras hoy se seca la vida.
Hoy los amores destruyen la naturaleza para amarse en cuatro paredes y gozar de un amor cautivo.

Nos quitan nuestros campos para entregárselo a espíritus malignos, algunos semejan seres humanos con mentalidades deformadas que como garras extendidas hacia nosotros, parecen amenazarnos.

Están las calles… el ruido de tus pasos se extinguió, no hay caserón, no hay cequión.

Húmedo esta debajo del sauco,
el banco de piedra fue lavado por la lluvia.
La nube se desliza,
asoma el sol luminoso,
 el arcoíris sobre el pueblo esta.

¡El pueblo es hecho para el amor! ¡Oh bello cuadro para el beso!

Lo dicen sus flores misteriosas y sensuales como alma de mujer, lleno de aromas.
Sus grandes bosques de arboles cómplices de ramaje encubridor, como para fecundarse en su sombra.
La música de las aguas de sus dos grandes ríos como canción misteriosa.
El murmullo desconocido de briza, aves, ramajes… remedando flautas de un deleite sutil pecaminoso.

Pero una noche de julio un fuerte viento pasó sobre el pueblo cargando todos los perfumes y los secretos del amor.

!Ya no están las flores que cada otoño nos perfumaban nuestro amor  con su seductora fragancia!.

Los cariños de ayer quedan lejos en la distancia y en el tiempo, pero están cada vez más próximos en el corazón.

Hoy no te silbarán por las noches, ya no murmuran al pasar de la mano los dos, ni ladraran los perros nuestra presencia, ya nadie reprochara nuestra conducta.

Ya no verá el sol, nuestras caminatas por los campos..., ni la lluvia..., ni las amapolas de junio...,  los rayos de la luna ya no volverá ha bañarnos cada madrugada, ya no me verán las gentes esperándote en la esquina  como un dulce ladrón.

¡Hoy Quisiera que se detenga la historia para reinventarla!

¿Quién no tiene su historia?

¡Tú fuiste baluarte en mi historia! Aun recuerdo cuando, mire frente a las mías tus pupilas profundas como abismos, y luminosas como el cielo, y sentí  tus tibios labios unirse a los míos en un beso apasionado e interminable… y juntos del colegio salíamos, ahí donde te entrenaba al futbol, ahí donde corrías a las postas, y que ganabas por abrumadora distancia, tu cuerpo delgado y frágil, también rudo por tus convicciones.

Tú enderezaste el camino que andaba, cómplice fuiste para tomar otro destino. Cargaste la maleta para salir del pueblo que nos albergo tantos años. Juntos viajamos.

Viaje feliz, viaje de ilusiones, llegamos a otras tierras, donde prometimos amarnos eternamente.

¡Alma heroica y trágica! Llegamos a la orilla del mar..., nos besamos..., separarnos no quisimos, escribiste un numero, llámame para encontrarnos dijiste. La ola creciente de la vida subía, con el ronco rumor de una marea, !!se lo borró el número!!. ¡Tristeza infinita! Como una avalancha inmensa  caía sobre los corazones llenándole de lágrimas los ojos. Los recuerdos venían a tu  mente, perfumados y tristes. Y en la soledad nuestras imagines se alzaban como un cristo, de ilusiones. Parecía vernos de pie, en esa mañana invernal, y parecía oír el rumor de aquella palabra cautivadora, tan cariñosa y tierna.

De lo estrecho se izo una inmensidad. Tu por el este yo sin horizonte.! Años interminables!. Reconozco el acorde del llanto que no duerme, sueños de madrugadas en el horizonte de los olvidos.

Y a través de la distancia el cariño era más fuerte que nunca, embellecido por la lejanía, por el pesar creciente de la ausencia.

Aun deseábamos vernos en la corriente del recuerdo. Muchos años paso, y fue un día de fiesta costumbrista. Nos volvimos a ver, el dolor se acrecía con el recuerdo. Una extraña complicación sentimental surgió. ¿Aun era amor lo que sentimos aquella vez?

Tu y yo llegamos tarde al rencuentro, ya todo parecía que alguna consejera experiencia no quiso atendernos o que nos recomendó tomar un tiempo de reflexión.
Ilusionados nos habíamos desplazado y reencontrado en la ciudad decidimos aprovechar el tiempo. Y entramos a reprocharnos del tiempo que tal vez ningunos quisimos estar tan ausentes, parque miraflorino muy acogedor, juntos tocamos la briza del mar. Sin embargo antes de largarnos de ese encuentro prometimos recuperar el tiempo perdido. Pero pareciera que el destino soplaba al oído... tomar otros rumbos.

Cual mariposa traicionera volaste a otro jardín a posarte en otras flores.
Tú misma abriste la puerta de salida. No pediste permiso para irte, no tuviste miedo.
Con el amor bordado en las mejillas.
Volaste a tierras extrañas te acostumbraste a otros amores, pero en tu mente, nuestro recuerdo de un amor puro está, que cual avecilla por buscar nuevos horizontes, no deja de latir en los corazones.

Mientras tú cada vez más libre tomas lo mejor del canto de ranchera y amas seguramente dando luz con el mismo rostro de la primera vez.

El amor como el cóndor desgarra el nido que lo alberga y aun cuando vuele, deja siempre las huellas de sus garras en el nido abandonado.

¡La quemadura del primer beso no sana nunca!

Aun tienes tú un secreto imán...,
aun que no puedo contigo compartir las horas frágiles y noches inquietas..., pero estas aquí como un eco, como una sombra.

El hecho irredimible era ya un hecho. !Es un hecho!, !ya no estas!.

Desde entonces acallaste el sonido de las palabras erigidas sobre columnas en Word; porque sólo la ilusión podía abrazar tu cuerpo sin hacerte daño. La palabra del hombre es aplastada en los caminos del negocio y la informática que comercia con el amor y la vida.

Desde tu partida todo el amor se expresa por email y se desvanece por email, abro la bandeja de entrada para ver los archivos de amor.