viernes, 24 de julio de 2009

RECUERDO AL PINTORESCO (SHINGO) SEGUNDO

Es difícil cuadrar una nota para un personaje, pintoresco a un conocido por los de su tiempo como SHINGO, En efecto, este ha sido uno de esos personajes únicos, raros, en el buen sentido del término, o sea, que no se encuentra todos los días o a cada rato; fue un sujeto especial, original, católico, que seguramente los jóvenes de mis tiempos se recordaran, el daba un aspecto mas a la tradición en Conchucos. Un hombre que casi nunca se veía que conversaba con alguien, solo parecía comunicar al interlocutor con el sonido ruidoso de un aparato de madera, nadie sabe quien fabrico, pero en el pueblo era conocida como “matraca”. Era el hombre que tomaba la delantera en las procesiones con su sonora “matraca”. El “Shingo” llamado por las gentes del pueblo, los jóvenes solían gritarlo de lejos “shingo” y el con tal rapidez solía girar la mano con el bastón que lleva, ¡bueno no lo decían bastón! si no lo llamaban “lloqui” este es una florida anécdota un cierto día de festividad iban las gentes a visitar al que organizaba la fiesta y claro el Shinguito era infaltable, en estos eventos, también para poder saborear lo potajes locales que los habitantes tan generosamente los compartían, así que pasando él por la avenida principal un joven que conocía las acciones de “Shingo”… hoy que me acuerdo se llamaba SEGUNDO, el apelativo de “shingo” lo molestaba de tal manera que reaccionaba violentamente con el lloque si este notaba que las voz era mas lejos agarraba piedras y arrojaba a cualquier lugar con tal furia que a veces perdía el equilibrio y caía al suelo, bueno volviendo a la anécdota, el palomilla se cercioró que el transeúnte estuviera cerca y pego un grito de Shingooo… este reacciono dándole con el lloque a la espalde del transeúnte y lo hizo caer a un pozo que avía en la calle, fue tal el golpe que se lo dejo tendido a aquel hombre sin moverse un buen rato, que cual hombre agredido reacciona de inmediato a contestar al agresor pero seguro con una impotencia de no poder pegarlo a un humilde siego. El palomilla gozaba por lo ocurrido SHINGO o mejor dicho Segundo protagonista quedo grabado en mi mente y seguramente en los mas jóvenes de mi época. “shingo” se encuentra entre los hombres, a la vez pintoresco como particular, de modo que ha sido muy difícil olvidar su figura para quien lo conociera de siempre o de paso, y a su vez, rotundamente querido para quienes probaron el almíbar de sus gestos, y su dedicada y puntual asistencia en las misas de la noche o de los domingos realizadas en nuestra iglesia conchucana. Este personaje tan sencillo fue un hombre de baja estatura que tenia una rara dificultad en un ojo que siempre miraba de lado, Shingito casi siempre paraba puesto un poncho ya sea de día o de noche, un sombrero infaltable como todo conchucano, nadie sabia si este hombre tenia familia o si alguna vez tuvo un hogar y si fue abandonado era un hombre sin quejarse ni al aire ni a la almohada. El Shingo ninguno de nosotros se atrevería a afirmar donde nació, en qué día y en qué año y cual fue su apellido. Estos hechos, o personajes no quedan registrados en escritos, Nada extraño ni anormal para aquellas épocas y para un conchucos que no se interesaba de recopilar información ni de sus acontecimientos más trascendentes, casi para nadie importante ser anotado en sus libros oficiales ni particulares. Lo cierto es que, ajustando al máximo nuestras vivencias y recuerdos, podemos justificar esta semblanza por las notas del personaje. Así, pese a haber sido un hombre solitarios que en cualquier fiesta celebrada en algún hogar conchucano el estaba presente, con su figura tan peculiar, este personaje al parecer era cuidado por nuestras hermanas de la iglesia de nuestro pueblo.

martes, 14 de julio de 2009

Episodio en Magistral

En las vacaciones después del 28 de julio, solía ir a la puna (Magistral) ya como era lo suficiente grandecito como para pastar el ganado, y cuidar de ello. Tenia mis 16 años como a un joven que esta en los tiempos de socializarse donde esta pendiente de los amigos, amigas de jugar al fútbol, etc. me era muy difícil vivir en la puna, pero las ordenes de Papá se cumplen aun que protestando tenia que adaptarme a la vida silenciosa de la puna, pero esta era un sitio hermoso como para hacer poesía, meditar y encontrarte consigo mismo. En la puna solo éramos dos ganaderos el señor Porfirio natural del vecino distrito de Ppampas y mi padre lógicamente de Conchucos, Magistral un sitio de verdes pastos, y con mucha historia minera, tenia en sus cerros grandes socavones, que junto con mis hermanos menores entrábamos ha escuchar un sonido maligno, que en la lejana oscuridad de la mina se escuchaba distintos sonidos, será por la caída de las gotas de agua o cual fantasma vivía ahí, casi todos los años en las vacaciones de julio o enero, me quedaba solo en el rancho, mi vecino vivía a una distancia de unos dos kilómetros.
La puna es silenciosa, a veces sentía miedo por todos los cuentos supersticiosos de los pobladores que cuentan en cualquier ocasión sobre abigeos, demonios, espíritus, etc. No era tan “miedoso” como dicen lo lugareños, en estos lugares uno entra a la cama a las siete de la noche, después de cerrar al ganado al redil y dar de alimentar al mejor amigo del hombre, eran tres (chiquito, terrible y tin).
Solo una lámpara a batería alumbraba mis primeras horas de cada noche donde podía leer unas revistas, y luego quedaba dormido hasta pasado de media noche donde podía contemplar el sonido de la noche y salía a mirar el ganado que blanqueaban, por la esplendorosa luna y que asía brillar color plata a los cerros.

En magistral la luna se veía tan cerca tan grande, mas grande las noches de agosto hay un cielo despejado limpio. Vivía en un antiguo campamento dormía a la habitación contigua de la cocina eran unos cuartos de unos seis metros cuadrados cada uno, el piso eran entablado y el techo era de calamina, si se podrán imaginar cuando caía el granizo... En la puna mi padre tenia una escopeta o retrocarga que usábamos para casar viscachas, venados y perseguíamos a los sanguinarios pumas, que una ves se mató hasta seis ovejas, a esta retrocarga sabia manejarlo muy bien; y siempre llevaba al hombro y en las noches siempre dormía con el arma al costado, como una fiel compañera y me daba algo a si como seguridad perdía un poco de miedo.
Un cierto día o mejor dicho una cierta noche de los primeros días de agosto, paso algo insólito, que perturbo la tranquila noche de magistral, estando yo profundamente dormido, casi como toda noche normal, y de repente sentí unos sonidos forzosos que hacían la puerta me desperté y sin mover el cuerpo ni abrir los ojos pude sentir una luz que paso por mis ojos pero me quede quieto como si tuviera en un profundo sueño, cuando la luz cambio de dirección, noté dos individuos que entraron al cuarto donde dormía, alumbraban a mi cara y yo con los ojos serrados, cuando volteaban a alumbrar a otro sitio pude ver que estaban con mochila y un gorro cerrado que lo llaman pasamontañas, séme escarapelo el cuerpo y estático, disimulando estar dormido me imaginaba lo peor creí que me matarían, pero seguí quieto haciendo una especie de ronquido para engañar a los malhechores, y estos murmuraban, esta dormido no siente nada, entonces empezaron a buscar en unos cajones, pude ver se metieron varias cosas a la mochila hasta el thermos. estaba confundido, pensaba que eran avezados abigeos que venían de Pijobamba, pensaba correr por la puerta trasera, pero temía que tuvieran arma y pudieran hacerme daño, después de buscar las cosas regresaron a la cocina fue el instante donde decidí levantarme suavemente me puse los zapatos agarre la retrocarga puse el cartucho rastrille y con el sonido del arma y de las tablas del piso, presuroso vino un individuo y yo reaccionando de inmediato y sin pensarlo puse el arma en la frente ¡alto conch… tu m…! dije con voz fuerte para disimular el miedo, ¡no te muevas te mat…! vi como se desvaneció aquel cuerpo como que sus pies no quisieran sostenerlo, cayo al suelo, y del otro rincón salto el otro individuo diciendo ¡no, no, por favor! y se arrodillo delante mí ¡no…, hermanito, somos tus amigos! Sacándose las pasamontañas pude reconocer a dos conocidos míos aunque no eran amigos pero teníamos una confianza limitada, el que cayo al suelo lloraba desesperadamente lo agarró como un ataque de nervios, la voz estaba ahogándose, gruesas gotas de sudor corrian por su frente, su mirada infundida de miedo, este era un joven de familia tranquila humilde, que había sido inducido por el otro mas mayor que tenia una forma de vida muy peculiar.
Los dos, en ese momento suplicantes como cual fiel desgraciado que implora a su santo una bendición. Empecé a interrogarles primero le mande una amenaza ¡si han venido con alguien más les meto bala!! No, no… hemos venido solos…!, retrocarga en mano Salí a mirar los alrededores que se veía tan claro por los potentes reflejos de la luna, con disimulo regrese, el joven no paraba de llorar, el otro queriéndolo levantar le decía cállate hermano no va pasar nada, ya no nos va pasar nada, cual habrá sido sus intrigas que cuando frente a mí se veían como dos estupidos mal hechores, que quieren sacar el queso del agua no sabiendo que era reflejo de la luna, mirándoles fijamente les interrogue ¿con que han venido a robarme no?, el mayor con tan desparpajo fingió diciéndome, no hermanito, hace una semana he perdido mi mula y hemos venido a buscarlo, era tan absurda su explicación que sentí ganas de romperle la boca con el arma, pero luego sentí pena, rabia, miedo, todo se me confundía la mente, y pude ver y sentir como un individuo se vuelve tan miserable, tan no se como explicarlo cuando se ve amenazado por alguien que tiene un arma que lo descubre haciendo una fechoría y en un lugar que nadie mas que sus suplicas lo pueden salvar.

Estaban con soga a la espalda, el mayor era un ruin mentiroso, el otro que lloraba, le dijo: ¡por tu culpa conch… tu mad…, tu me has traído, eres una m…! me pidieron disculpas suplicaron regalarle una taza de té, porque el menor no podía pararse se le temblaban las piernas, a lo que accedí, volví a recalcarlo no les va pasar nada siéntate en la banca ayudándolo del brazo logro sentarse, y poco a poco pudo ponerse a normalidad, el te lo compuso el cuerpo, y les dije ahora agarran el camino que les trajo y sin mirar atrás se van, sin detenerse, suplicantes agradeciendo como cual mendigo agradece un centavo que un misericordioso de regala. Se retiraron. comprendí su plan, querían robar el ganado; eran jóvenes que seguro no con odio hacia mi persona, si no por alguna motivación actuaron en esa forma, al día siguiente me puse a reflexionar sobre el acontecimiento note cuan vulnerables somos las personas cuando otros deciden actuar por codicia o maldad.
Solo meditaba, imaginado aquel hecho y me preguntaba ¿y que había pasado si disparaba?, porque en ese instante no sabia de quien se trataba, y estaba embargado por el miedo y decidido a defender mi vida, lo que ustedes no saben que cuando yo pongo el cartucho a la retrocarga esta no quería cerrar, presionaba con fuerza nada, cambie de cartucho, increíble, nada, no entro. Es ahí donde escuchan el sonido y vienen hacia mi, entonces apunto a la frente pero sin estar cargada el arma, ¡es increíble no quería entrar el cartucho!, pero yo actué. Que ¿habría pasado si el arma se cargaba sin problemas? talvez hubiese habido un final fatal, este episodio me confundió, acaso fue un milagro que no cargó el arma? Esto hasta hoy no me explico este evento.

martes, 7 de julio de 2009

MAGISA


Después de unos 15 años he vuelto a pisar aun los verdes pastos de magistral. Magistral tierra de mi niñez, balcón de Conchucos y balcón de mis recuerdos hoy he visto los trillizos cerros guardianes de Magistral el Pugo, Huakchara, y Ancapata, que apuntan al cielo azul como dedos gigantes arañando el aire quieto de este hermoso jardín de Conchucos. Cerros con sus abruptos desfiladeros por donde surcaba a pie para mirar el ganado que silenciosos gozaban por el verde pastizal, en aquel entonces: una puna verde con abundante flores silvestres, medicinales y fantásticos animales de diferentes especies y casi con lluvia todo el año, con su verde pacra y su frondosa chamichuy.

Ahora magistral 'lugar barbechado por maquinarias de las transnacionales', qué lejos quedaron aquellos tiempos de mi adolescencia, cuando vestido de lluvia iba al río bullicioso de aguas cristalinas con el balde a sacar el agua para preparar los alimentos. Melancólico escuchaba su ruidoso sonido de la corriente de este río el que llevaba mis penas de un desamor. En las vacaciones escolares temporada de lluvia solía ir a magistral gozaba por los verdes campos perfumados por flores que no se encuentran en otra parte de la tierra, en la cima de estos cerros solitario podía ver el sin fin del cielo que se acariciaban con las montañas en la lejanía, por aquellos desfiladeros del cerro el indio, retando al fuerte viento podía sentir la hermosura de la naturaleza; abecés estos cerros se convertían tan temidos con un ruido estruendoso cuando chocaban los vientos de Lichicocha y de Pelagatos, estos vientos de julio hacen rugir este puntiagudo cerro.

Contemplando el verde magistral, y en su celeste cielo surca sus aires el cóndor con sus lento volar, como un fiel guardián de estas hermosas punas. En los días de agosto verano para magistral pareciera que está cerca del sol, sintiéndose sus picantes rayos que se combinan con el viento que hacen silbar a los pajonales. Bajo un cielo azul y transparente creía ser el mas feliz, disfrutando del encanto de la puna, los jilgueros halagaban el oído con sus cantos, las flores de multicolores formaban y parecía una interminable y colorida alfombra natural. En un Mañana no muy lejano… Magistral será un pedregal de piedrecillas y pampas de lodo de piedra triturada como mudos testigos de la ambición del gran capital que lo chuparán el sustancioso mineral de sus entrañas y talvez aquellos cerros donde escuchaban armoniosos mis cantos de poesía, esos cerros talvez y de hecho desaparecerán. Se convertirán en un hondo y maligno “hoyo” con olor a pólvora y nitrato, lloraran y su llanto derramara hacia el rió, entonces no podremos tomar sus aguas porque estarán combinadas con sus lagrimas y magistral triste desolado llorando una vida entera se quedara.

No hay marcha atrás ya empezó su exterminio. He pasado cerca del rió llamacocha de aguas cristalinas se a vuelto ruidoso como que estuviera pidiendo a gritos que no dejemos llegar esas lagrimas vertidas por magistral… pero como castigo de nuestra indeferencia no podremos usar esas aguas porque son lagrimas vertidas por nuestra traición.


MAGISA

¡Estoy sentado en lo más alto de la cordillera!
Hoy siento la fuerza del viento, más fuerte cuando viene de abajo
Siento el golpe en mi cara y con furia hace rugir la montaña.
¡Hoy Siento miedo su furia!, ¡hoy siento miedo la soledad!.


Con esa furia maligna se ha llevado mi sombrero.
Y casi me arrastrado al abismo, pero con un grito de coraje,
he contestado ¡estas montañas también me pertenecen!
¡pero mi sombrero se lo a llevado! siento sobre mí, los picantes rayos del sol.


¡Hoy estoy sentado en lo más alto de la cordillera!
Hoy mis ojos contemplan con admiración, el lejano azul
A lo lejos se ve terminar el cielo y se acarician con las montañas.
¡Hoy puedo contemplar la inmensidad!, ¡hoy puedo sentir tu ausencia!

¡Estoy sentado en lo más alto de la cordillera!
Hoy puedo contemplar la inmensidad, ¡hoy
quiero contemplar tu hermosura!
Hoy quiero sentir tu compañía,
hoy junto a ti quiero desafiar al viento.
Hoy estoy escribiendo este poema y
como fondo hay un sonido primaveral,
turbio, un sonido indescifrable, un sonido que... !No quiero escucharlo¡

Se siente un desconcertante sonido en la amarillenta pradera.
Que tirita la lejanía con los rayos del sol y el trinar de las aves.
Y ese sonido se vuelve maldito con el rugir de las montañas,
con el lento y amenazante volar de unas aves de rapiña
pero si estuvieras a mi lado ¡la naturaleza... la naturaleza fura divina!




Escrito en Magistral en 1989


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UN AMOR QUE ESTA LEJOS

Hoy que me mandas una tarjeta…

Hoy he vuelto a mirar atrás, cuan noches frías te veía salir de misa ¿Recuerdas? esas noches despejadas con un cielo brillante donde se podian contar las estrellas una por una.
Pero fue una tarde de junio que seguí tus pasos hasta los verdes trigales al sur de nuestro pueblo. De retorno te sentiste sola y extraviada, me acerque, tomé tu mano y cupido atravesó como por encanto los eucaliptos.... Ya cuando el día se puso su capa gris al son de los grillos; tú, mi dulce hada de los sueños me convertiste en picaflor.
Aun en mi mente esta haciendo eco esa tu voz melancólica, y el sonido del bullicioso río que surca nuestro pueblo, tomados de la mano bajábamos ese camino resbaladizo testigo de nuestras conversaciones, y nuestros juegos, a lo lejos el panorámico anochecer del pueblo añorado.
Hoy elevo una oración por los viejos caminos perdidos en el tiempo, pero que se levantan como señales perpetuas de fatiga y lágrimas, conservando por siempre las energías de tantos enamorados como lo fue el nuestro, ahí en ese camino resbaladizo quedaron marcadas nuestras huellas, aun en la cueva donde escampábamos, esta grabado el eco de nuestra voz. Éramos felices con la Madre Naturaleza que nos daba todo el abrigo de sus entrañas...

No sé si voy o vengo por el viejo camino; es cuando fatigado me acerco a una bella flor que florece en el sendero y poso mis labios en sus pétalos para beber el néctar que destila.

Hoy que me manas una tarjeta…

Pareciera que mi corazón fue atravesado por una espina de una bella flor, color que se mezcló con mi sangre al acariciar su tallo, pero seguirás con tu belleza de rosa en primavera, cual jardinero que respire tu aroma, con esmero te cuide linda flor.
Pregúntame, aun en el silencio, aunque este dormido te escuchare y mientras sepa que tu existes yo viviré para amarte aun cuando no este a tu lado.


NARIKAL

¡Oh! noche conchucana, solo tu sabes mi secreto
solo tu sabes la onda pena por ella
solo tu sabes que estas lagrimas son mías
vertidas por el amor que esta lejos
y sabes mi dolor por la virgen esquiva y compañera.

Siempre fugitiva y siempre cerca de mi
No se que sueñas... sierran tus parpados!
No se que imagen está en tu realidad inconsciente
Solo se que llega a mi esa tu fragancia de tu piel
Y me hace recordar tu, tu pasión por las flores del campo

!Detén el paso belleza esquiva!
Detén el paso.
Besar quisiera la amarga,
La amarga flor de tus labios.

Arde en tus ojos un misterio,
Virgen esquiva y compañera,
No se si es odio o amor o
Un secreto no compartido
¿eres la sed o el agua en mi camino?
Dime virgen esquiva y compañera.